Las Fuentecillas
Asociación cultural de Armallones
NATURALEZA
Fotografía de Paloma Muñoz Argiles
Zona de interés natural
El Hundido de Armallones
El paraje el Hundido de Armallones es uno de los enclave más espectaculares del Alto Tajo. En este lugar se pone de manifiesto el poder erosivo del río Tajo que ha labrado durante miles de años un profundo cañón de paredes verticales en el que anidan numerosas aves rupícolas.
La acción del río ha puesto a descubierto la historia geológica de la zona, representada en los diferentes estratos que componen las pareces, incluyendo un enorme pliegue tumbado que marca su extremo sur. Una pista se adentra, poco a poco, en el cañón y recorriéndola a pie se disfruta, primero, de espectaculares vistas aéreas del río para ir descendiendo hasta el propio cauce, después.
Su nombre se debe a un desprendimiento de rocas, que se precipitaron ladera abajo hasta depositarse en el cauce del río. El desprendimiento tuvo lugar en el siglo XVI y los bloques llegaron a taponar el curso del río Tajo, situado 200 metros más abajo, en el fondo del valle. No se sabe la fecha exacta del desprendimiento, pero aún se conservan los documentos que el pueblo de Ocentejo envió en 1578 a Felipe II, pidiendo ayuda por los daños causados por el represamiento del río. Hoy en día podemos ver los grandes bloques de roca en las orillas del río, ya que, poco a poco, su curso ha ido retomando su camino.
Fotografía de Juan José Estrada Martínez
La Berrea
La Berrea se produce durante el periodo de celo del ciervo rojo (cervus elaphus), que consiste en demostraciones de poder de los machos de esta especie mediante bramidos guturales. Junto con ésta práctica, se reproducen también las luchas "rituales" entre los venados, que consiste en el choque violento de sus astas, pudiendo resultar en un harén de entorno a unas 50 hembras para el que quede dominante en la pelea. Esta época comienza a mediados de septiembre, terminándose a mediados de octubre. En el mes de marzo los ciervos pierden su cornamenta, volviéndoles a crecer anualmente para el ciclo de reproducción.
Armallones es el sitio ideal para disfrutar de este acontecimiento, pues incluso se han llegado a ver ciervos en las inmediaciones urbanas y muchas veces se los puede observar en mitad de los sembrados. Además, a menos de 1km comienza el bosque, donde suelen refugiarse y reproducirse estos animales tan majestuosos.
Combinación de fotografías entre Beatriz Temprado y José Luis Ojeda
Fauna
Existe una gran riqueza cinegética, con abundantes especies de mamíferos entre los que cabe destacar especies de ciervos, corzos, gamos cabras montesas, jabalíes, y también conejos y liebres, en cuanto a aves rapaces existen grandes colonias de buitres leonados, alimoches, águilas perdiceras, y también lechuzas, autillos, palomas torcaces, perdices, codornices, etc.
También gran variedad de insectos y mariposas.
La flora también es muy rica en esta zona del Parque Natural, con grandes extensiones de bosque de pinos laricios, albar y carrasco, así como encinas, quejigos y sabinas entre otras especies.
Flora
NORMATIVA
Al tratar el tema de la conservación de la naturaleza enfocado en Armallones, hemos de tener en cuenta de que se trata de un pueblo de Guadalajara y perteneciente al Parque Natural de Alto Tajo, el cual fue declarado así a la fecha del 25 de mayo del 2000, Ley 1/2000, de 06-04-2000, por la que se declara Parque Natural del Alto Tajo. Tras este nombramiento, el Parque Natural, es dotado de un tratamiento más específico, en el que se le da una especial protección (junto al artículo 41 de la Ley 9/1999, de 26 de mayo, de conservación de la Naturaleza).
En el BOE, se registran una serie de leyes de protección del medio ambiente que entre ellas son:
Aparte de la ley de parque natural y de conservación de la naturaleza dictadas anteriormente, la zona del Alto Tajo contiene una ley de protección de especies (anexo I de la Directiva 79/409/CEE de la protección de aves silvestres y del anexo I y II de la Directiva 92/43/CEE de la protección de fauna, flora y silvestres) formando parte de la Red Natura 2000.
Gracias a estas leyes de protección, se ven obligados a un amparo extremo, se restauran áreas y recursos naturales que se encuentren degradados por los seres humanos; se fomentará el turismo sostenible en la zona (a continuación facilitaremos unos consejos); y se facilitará el conocimiento a la protección.
Las actividades deportivas que se permiten son las rutas de senderos o, escalada, espeleología, piragüismo y rafting, entre otras. Todas ellas bajo supervisión.
Con el paso del tiempo, la gente no ha valorado tanto el entorno natural y haciendo que de destruya poco a poco, pero se ha comenzado a tener una mentalidad más centrada en la conservación de este hábitat. Para mejorar esta situación, hemos realizado una labor de recopilación de consejos para la mejora del medio y su conservación.
CONSEJOS
1. Desplazarse de manera sostenible
En plena naturaleza, lo más ecológico y sano es ir a pie o en bicicleta, y evitar vehículos todoterreno, motos o quads que, además de erosionar el suelo, emiten un molesto ruido que afecta al entorno.
2. Respetar las indicaciones y las normas del espacio natural
Los espacios naturales protegidos suelen contar con señalizaciones y normas de uso que hay que respetar para evitar dañarlos.
3. Comer de forma ecológica
Si se va a pasar todo el día, una cesta de mimbre o una mochila son perfectos compañeros. La comida se puede llevar en tarteras o envases específicos reutilizables (nunca de usar y tirar, ni con un empaquetado excesivo), y la bebida en termos o bidones de aluminio. Las botellas o las bolsas de plástico tienen un gran impacto ambiental si se abandonan en la naturaleza y, por ello, hay que evitarlos. Aunque el vidrio se puede reciclar, en la naturaleza no es la mejor opción porque puede ser un elemento cortante y provocar un incendio.
4. Tratar las basuras de forma adecuada
La basura producida durante la jornada se debe tratar de forma adecuada. Algunos espacios naturales cuentan con contenedores, pero si no hay o se duda sobre su posterior reciclaje, los residuos generados se deben conservar hasta poder reciclarlos de forma conveniente. Algunos, como las pilas, pueden ser muy tóxicos para el medio ambiente. Por ello, también hay que guardarlos para su posterior tratamiento.
5. Utilizar el agua y la energía con moderación
El agua es un recurso cada vez más escaso, y en la naturaleza lo es aún más. No dejar grifos abiertos de fuentes, usar solo lo necesario y evitar que jabones o champús acaben en ríos, lagos o mares y los contaminen, o utilizar productos biodegradables y respetuosos con el entorno, son algunas medidas indispensables. De la misma manera, los consejos para ahorrar energía deben también aplicarse.
6. No provocar fuegos
Grandes desastres como los incendios forestales se pueden generar por una colilla mal apagada o una barbacoa. Si es posible, se recomienda no fumar o, al menos, preocuparse de que colillas y cenizas no lleguen al entorno; también hacer fuegos sólo en espacios habilitados para ello y hacer caso a las indicaciones. En épocas de riesgo de incendio se prohíbe hacer fuego incluso en estos lugares.
7. No molestar a las especies ni alterar el entorno
Los ecosistemas y las especies que forman parte de ellos viven en un delicado equilibrio que puede romperse por cualquier pequeña alteración, sobre todo en el caso de las especies amenazadas. Es aconsejable, por tanto, no tocar los nidos de las aves, no ofrecer comida que pueda sentar mal a los animales, no gritar ni introducir elementos de contaminación acústica como música o vehículos ruidosos, no llevarse nada "como recuerdo", etc. En resumen, dejar todo como estaba.
8. No introducir especies invasoras
Las especies invasoras causan graves daños medioambientales y económicos. En algunas ocasiones se han introducido por descuido o desconocimiento de sus consecuencias, como sucedió con el cangrejo rojo americano que acabó extinguiendo al cangrejo de río autóctono. Nunca hay que llevar una especie a otro distinto ajeno a su origen.
9. Prohibición del tráfico ilegal de las especies
El contrabando de especies (en especial en España, por donde se estima que circula el 30% de todo el mercado mundial en 2018), además de ser un delito, pone en riesgo a muchos seres vivos en situación delicada. Así ocurre cuando se adquiere una especie exótica, ya sea viva o como souvenir con partes de la misma, como las pieles.
10. Denunciar conductas antiecológicas y catástrofes ambientales
Si se observa alguna actividad que ponga en peligro la naturaleza, como vertidos ilegales, uso de cebos venenosos, contrabando de especies, incendios forestales, etc., se debe denunciar. Marcar el teléfono de Emergencias, el 112, o el del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), el 062, son dos buenas maneras de hacerlo.
11. Practicar el turismo ecológico
El turismo ecológico ofrece una estancia agradable y en armonía con el entorno. Las posibilidades son diversas, desde el senderismo hasta la observación de las aves en su hábitat natural.
12. Ir como voluntario ambiental
Diversas asociaciones ecologistas e instituciones ofrecen programas de voluntariado medioambiental, para sensibilizar al resto de ciudadanos o ayudar a conservar y recuperar espacios naturales que no reciben a menudo suficientes recursos económicos para ello.